¡Quedito! No me toquéis,
entrañas mías,
que tenéis las manos frías.
Yo os doy mi fe que venís
esta noche tan helado,
que, si vos no lo sentís,
de sentido estáis privado.
No toquéis en lo vedado,
entrañas mías,
que tenéis las manos frías.
Romances y Canciones