Perderse…cual nube en el viento.
Lo mismo que una estrella vaga,
Que entre otras millares se apaga.
Ser uno y a la vez…ser cientos.
Cual rostro en antiguos espejos,
Me pierdo en un viaje sin fin.
Montado al caballo de Odín
Y a todo lo miro de lejos.
Al mar, que una piedra creía.
Al ave, que en lágrima oscura,
Veía caer de la altura,
Creyendo su canto, agonía.
Y a ti, sobre todas las cosas
La espina te vi…no la rosa.
Luciano Cavido