1
Llueve, llueve, llueve...¡Qué te hice, lluvia,
qué te hice yo!
¡Por qué no sigues camino delante,
para que salga el sol;
ese de los ojos claros,
que es mi amor!
2
Y sin embargo, cuando estamos juntos,
juntos en la ventana,
bien que te digo: - ¡Bienvenida, lluvia!-;
bien que te dice: - ¡Bienvenida, hermana!-.
3
Pienso: la lluvia cae de los cielos;
la lluvia es inocente, pura, clara.
Obedezcamos a la lluvia, amor:
la lluvia nos separa.
4
Jazmín -de- lluvia de llamas
al que tiembla en tu parral.
Jazmín -de - estrellas, yo digo.
Es igual.
Llueven flores como estrellas
en tu delantal.
5
Las palomas de tu casa
se vinieron a la mía
el día que a mí viniste,
que ya es un lejano día.
Pero todavía hoy,
porque eres de lluvia y trigo,
adondequiera que vayas
las alas se van contigo.
Sabe, así, toda la gente
todo lo que a mí me pasa:
tú estás conmigo si vuelan
palomas sobre mi casa.
Jose Pedroni
Llueve, llueve, llueve...¡Qué te hice, lluvia,
qué te hice yo!
¡Por qué no sigues camino delante,
para que salga el sol;
ese de los ojos claros,
que es mi amor!
2
Y sin embargo, cuando estamos juntos,
juntos en la ventana,
bien que te digo: - ¡Bienvenida, lluvia!-;
bien que te dice: - ¡Bienvenida, hermana!-.
3
Pienso: la lluvia cae de los cielos;
la lluvia es inocente, pura, clara.
Obedezcamos a la lluvia, amor:
la lluvia nos separa.
4
Jazmín -de- lluvia de llamas
al que tiembla en tu parral.
Jazmín -de - estrellas, yo digo.
Es igual.
Llueven flores como estrellas
en tu delantal.
5
Las palomas de tu casa
se vinieron a la mía
el día que a mí viniste,
que ya es un lejano día.
Pero todavía hoy,
porque eres de lluvia y trigo,
adondequiera que vayas
las alas se van contigo.
Sabe, así, toda la gente
todo lo que a mí me pasa:
tú estás conmigo si vuelan
palomas sobre mi casa.
Jose Pedroni