Voy a la cocina y me siguen
voy al baño y golpean la puerta
me despiertan en la noche
para preguntarme si duermo
llaman por teléfono en todas mis ciudades
para avisarme
cuidado con el vino y la vida literaria
no he perdido padre
ni tíos
ni ahijado
ni amigos de juventud
por no perder
no he perdido
ni editor
ni ese hombre
que ya sombra aún
cuida mi paso en las esquinas.
No me han dejado caer de su mano
de su vicio
de su peso
de mi corazón.
Juana Bignozzi