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30 de diciembre de 2021

EPIGRAMAS








1

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.


2


De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis versos
para ridiculizarlos.


3


Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.


4


Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.

*

Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.


6


Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.


7


Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone

Te mataron y no
nos dijeron donde
enterraron su cuerpo,
pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro
o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste

Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!

Creyeron que te
enterraban
y lo que hacían
era enterrar una semilla.


8


¡Mi gatita tierna
mi gatita tierna
¡como estremecen
a mi gatita tierna
mis caricias en su cara
y su cuello
y vuestros asesinatos
y torturas!


9


¿Has oído
gritar de noche
al oso-caballo
oo-oo-oo-oo
o al coyote
solo en la noche
de luna
uuuuuuuuuuuuuú?

Pues eso mismo
son estos versos.


10


Cuídate, Claudia,
cuando estés conmigo,
porque el gesto más leve,
cualquier palabra, un suspiro
de Claudia,
el menor descuido,
tal vez un día
lo examinen eruditos.

Y este baile de Claudia
se recuerde por siglos
Claudia, ya te lo aviso.


11


¡Mi pelo largo!
¡Mi pelo largo!

Querías tu
muchacha con
el pelo largo.

Yo lo tengo abajo
de los hombros.

Crees que esta esquina
de la vendedora de guayabas
donde voz me encontraste
con terror y con júbilo
(aunque sólo demostraste
palidez y silencio)
la borrarán
los Ángeles,
les champs-elysees?


12


Ella fue vendida
a Kelly & Martínez
Cía Ltda.,
y muchos le enviarán
regalos de plata

Y otros le enviarán
regalos de electroplata,
y su antiguo enamorado
le envía este epigrama.


13


Tomarse con los brazos el uno al otro,
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.


Ernesto Cardenal