Descubro
tu leve carcajada
en las alas inquietas
de algún gorrión sin miedo.
Escucho
el ruido de tus pasos
en las hojas que caen,
desprendidas, al suelo.
Añoro
tu traviesa sonrisa
en cándidos jazmines
con aroma de pueblo.
El cielo se ha puesto azul,
empapado de viento:
sueño
que has vuelto.
Maybell Lebrón