Fabuloso engranaje de ríos infinitos
meticuloso laberinto hacedor de sueños
corcel de ignota maratón
devorando rutas de niebla
en páramos desconocidos.
Sus cascos destellan de luna
o acaso
conocen el lodo.
Sus crines me azotan el rostro.
En un vértigo de angustia
mis manos apresan la furtiva brida
y el pulso se aquieta al saber
que puedo guiar
mi destino.
Maybell Lebrón