En la cadencia de tu fino trazo
Se transfigura un hondo sentimiento,
De tus palabras brotan, lo presiento,
Un manantial de culpa y de fracaso.
Me dirás que del alba hasta el ocaso
Tu joven corazón está latente.
Dirás que eres feliz, pero me mientes.
Conozco esa expresión, paso por paso.
Contestaré tu carta con mi puño
Para que el pulso de mi sangre sientas.
Y sin decirlo, sepas que comprendo
Que en estas horas crueles y violentas,
No hay un dolor más grande y más horrendo
Que hallarse lejos ya de su terruño.
Luciano Cavido