Vino: dos alas sombrías
Vibraron sobre mi frente,
Sentí una mano inclemente
Oprimir las sienes mías.
Sentí dos abejas frías
Clavarse en mi boca ardiente;
Sentí el mirar persistente
De dos órbitas vacías.
Llegó esa mirada ansiosa
A mi corazón deshecho,
Huyó de mí presurosa
Para no volver, la calma,
Y allá en el fondo del pecho
Sentí morirse mi alma!
Delmira Agustini
Vibraron sobre mi frente,
Sentí una mano inclemente
Oprimir las sienes mías.
Sentí dos abejas frías
Clavarse en mi boca ardiente;
Sentí el mirar persistente
De dos órbitas vacías.
Llegó esa mirada ansiosa
A mi corazón deshecho,
Huyó de mí presurosa
Para no volver, la calma,
Y allá en el fondo del pecho
Sentí morirse mi alma!
Delmira Agustini