Cuando llegues, si,
cataremos la malvasía
que inútilmente envejece
y aspiraremos el humo
de alguna hierba.
Cuando llegues, sí;
desbordará el calor
por nuestra piel
y quemar las naves,
será nuestra revolución.
Y si a las vísperas, tú,
te sientas a la mesa
y hacemos fuego,
será mi boca
la liebre al mediodía,
la jara pegajosa en tu cintura
y al norte, pasando
la serreta de tu pecho,
la fiesta en el portal
de tus labios.
Más lejos de ti,
reina el desierto.
Felipe Servulo
cataremos la malvasía
que inútilmente envejece
y aspiraremos el humo
de alguna hierba.
Cuando llegues, sí;
desbordará el calor
por nuestra piel
y quemar las naves,
será nuestra revolución.
Y si a las vísperas, tú,
te sientas a la mesa
y hacemos fuego,
será mi boca
la liebre al mediodía,
la jara pegajosa en tu cintura
y al norte, pasando
la serreta de tu pecho,
la fiesta en el portal
de tus labios.
Más lejos de ti,
reina el desierto.
Felipe Servulo