CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

14 de octubre de 2010

MADRIGAL TRISTE


I

¿Qué me importa que seas discreta?
¡Sé bella! ¡Y sé triste! Las lágrimas
Agregan un encanto al rostro,
Como el río al paisaje;
La tempestad rejuvenece las flores.

Yo te amo sobre todo cuando el júbilo
Desaparece de tu frente abatida;
Cuando tu corazón en el horror se ahoga;
Cuando sobre tu presente se despliega
La nube horrenda del pasado.

Yo te amo cuando tu intensa mirada vuelca
Un raudal ardiente como la sangre;
Cuando, malgrado mi mano que te mece,
Tu angustia, harto pesada, horada
Como un estertor de agonizante.

Yo aspiro, ¡voluptuosidad divina!
¡Himno profundo, delicioso!
Todos los sollozos de tu pecho,
Y creo que tu cuerpo se ilumina
Con las perlas que vierten tus ojos.


II

Yo sé que tu corazón, que rebalsa
Pasados amores desarraigados,
Llamea aún como una fragua,
Y que tú cobijas bajo tu garganta
Un poco del orgullo de los condenados;

Pero, querida mía, en tanto que tus sueños
No hayan reflejado el Infierno,
Y que en una pesadilla sin treguas,
Soñando con venenos y dagas,
Prendada de pólvora y de hierro,

No abriendo a cada uno sino con miedo,
Barruntando la desdicha por doquier,
Convulsionándote cuando la hora suene,
Tú no hayas sentido el abrazo
Del irresistible Tedio,

Tú no podrás, esclava reina
Que no me amas sino con espanto,
En el horror de la noche malsana
Decirme, el alma de gritos desbordante:
"Yo soy tu igual, ¡oh, mi Rey!"

Charles Baudelaire