Homenaje Póstumo
Un suspiro de lágrimas y estrellas
bajaba por el aire tiritando.
Y en su corriente azul como flotando,
el aliento postrer sus labios sella.
Al tiempo de la cita; Dios con ella
no puede hablar, está esperando
que el llanto de sus ojos, escapando
al aquilón del cielo y su querella,
se vuelva seco en su mejilla seca,
le mire y vea como tanta duda,
cristal azul, que a la mirada obceca,
es a los ojos la respuesta muda,
que el ser humano conocer no puede,
si no abrazando la verdad desnuda.
Jose Antonio Azpeitia