No existe la censura:
lo que existe es un Servicio de Información Bibliográfica
para evitar posibles perjuicios económicos a los editores.
No hay gente que se muere de hambre:
hay personas que sufren insuficiencias tróficas
debidas a insuficiencias alimentarias.
No hay lucha de clases:
hay tensiones sociales polarizadas en torno a desiguales
repartos de la Renta Nacional.
No hay oposición episcopal:
no se trata de quitar al obispo sino de modificar
las estructuras jerárquicas que no son conscientes
del compromiso con las líneas posconciliares.
No hay partidos políticos:
hay articulación de contrastes de opiniones.
No hay subida de precios:
hay revisión de tarifas.
No hay derecho de huelga:
hay una manera de exteriorizar el conflicto directo.
No hay epidemia de cólera:
hay brotes de diarreas estivales.
No se habla de amnistía,
sino de condena de sanciones.
Etcétera.
Joan Brossa