Sosténme tú... Sosténme en esta espuma,
en tan dudosa espuma, en tan extraño
vivir; en este sueño, en este engaño,
en esta incertidumbre, en esta bruma...
Pero me voy. Callada, cierta, suma,
me espera la deidad del rostro huraño,
y lentamente del vivir me extraño.
Hacia otra ley mi cuerpo que se esfuma.
Y tú, campo de amor... Y tú, levanta
tus ojos ciegos. Mírame de frente.
Yo no soy yo. Mi cuerpo ya me espanta.
Mírame bien. No soy aquél. Enfrente
está ya el mar. No soy, no soy... no canta
nada. No soy... Amor, escucha, tente...
Carlos Bousoño