Dije:
«¿Su nombre?»
Y ella:
«Como más le guste.»
Dije:
«¿Elegimos Carole?»
Y ella:
«Por el momento, acepto.»
Dije:
«¿Está usted sola?»
Y ella:
«No, estoy con usted.»
Dije:
«¿ Y si hacemos el amor?»
Y ella:
«Su deseo tiene todos los derechos.»
Dije:
«¿Qué clase de hombres le gustan?»
Y ella:
«Croupiers, industriales, profesores de natación.»
Dije:
«¿Sus preferencias?»
Y ella:
«Los hombres tristes, pero no demasiado.»
Dije:
«¿Vamos a comer?»
Y ella:
«Las ostras son un buen preludio.»
Dije:
«¿Lee usted libros?»
y ella:
«Sartre, Camus y Thomas Mann.»
Dije:
«Tiene usted unos pechos muy bonitos.»
Y ella:
«Sí, a mí también me gustan.»
Dije:
«Es usted prácticamente divina.»
Y ella:
«Tiene usted razón.»
Dije:
«¿Qué le gusta que le regalen?»
Y ella:
«A lo mejor esto es gratis.»
Hicimos el amor
el lunes, el martes, el domingo
y el lunes siguiente.
Discutimos sobre Flaubert,
luego sobre Tolstói.
Dije:
«Tiene usted unas rodillas inolvidables.»
Y ella:
«¿Sólo las rodillas?»
Nos cansamos el uno del otro
el mismo día, a la misma hora,
lo cual es infrecuente y virtuoso.
Alain Bosquet