Yo que moriré
vendiendo las joyas
que nunca tuve
extiendo esta mano
como si blandiera
guante de encaje
que no conoció
porque hizo domésticas tareas
con sentido histórico
hartazgo
y cierta dignidad
yo que moriré
espero limpia y perfumada
y es probable con olor a decencia
no olvidaré el escenario inaugural
donde se encendieron
y apagaron las luces
donde creció mi adolescencia
y murió mi juventud.
Juana Bignozzi