Por mis manos soñolientas,
al compás de la bohemia,
entre muros de nostalgia.
Crece.
Crece mi canción.
Por la orilla de los besos,
como un hilo de silencios,
con el viento sin escalas.
Crece.
Crece mi canción.
Por la paz del ritmo lento,
en la bruma de mi puerto,
con un eco verdemagia.
Crece.
Crece mi canción.
Por el son que me persigue,
al influjo de la lluvia,
... como yo, mi enamorada.
Teodoro R. Frejtman