En el decenio que siguió a la crisis
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma
y mi alma de repente
duraban un instante y antes de irse
o desaparecer
dejaban caer sábanas llenas de nuestros sexos
que salían volando alrededor como perdices
quiere decir que cada vez que hicimos el amor
dejábamos nuestros sexos allí?
y ellos seguían vivitos y coleando
como perdices suavísimas?
qué raro
mirá que lavábamos las sábanas
con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada
no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera
una oficina entre nosotros
para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada
y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a don francisco
que así pudo cruzar la agua fría de la muerte
es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora
que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas
purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oír un pajarerío
en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor
o más,
es cierto que cada vez
nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo
buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían
como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver
para entender
estudio los índices de la tasa
de inversión bruta
los índices de la productividad
marginal de las inversiones
los índices de crecimiento
del producto amoroso
otros índices que es aburrido
hablar aquí
y no entiendo nada
la economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma
lo engañan en wall street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia
en el mercado mundial del amor
el aprendiz está rodeado de nubes
que parecen elefantes
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones
se lleva el alma a la nariz
para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos
que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras
y dabas como jugos de la noche.
Juan Gelman