Escucha el Adagio de Profundis,
se enervarán tus cielos
a otros tiempos.
Se cerrarán tus ojos
un momento.
Asirás el mundo
sin tocarlo.
Barber inundará tus venas
sin pensarlo.
De dónde vinieron las notas,
de que milagro,
de que verso sin letras,
se urdió la forma.
Hoy que lo escuchas,
y lo sientes...
tendrás que amarlo.
Azpeitia