Ella mira
el sauce repetido en el agua:
cardumen en tierra prisionero.
El río
repica en los guijarros
aferrado a sus pies secos.
Lame sus resecas manos
con caricia húmeda
de ansioso enamorado.
La arrastran remolinos impacientes
que hacen boyar sus senos
y enlazan los muslos polvorientos
en inquietante abrazo.
Ella ve
en la tierra sembrada de soles
una explosión de capullos
como miríadas
de mariposas blancas.
Cantando
enreda en sus cabellos empapados
flores de camalote.
Y ríe en medio del río
ríe bajo el agua terca
con la boca abierta
y los ojos cansados.
Maybell Lebrón