Saldrás a caminar por las estrellas
con tu cósmica tu corte de querubes
echando a la ribera de una nube
tu pena como al mar una botella.
Recogerás el sueño en las violetas
insólitas violetas de la gramas
y te irás lentamente hacia la cama
envuelta en una estela de cometas.
Mientras que yo, la quilla a barlovento,
te llevo en la bitácora conmigo
y abrigo el corazón con el abrigo
de la mágica rosa de los vientos,
preservando en mis ánforas de tiempo
el tiempo de volver a estar contigo.
Alberto Cortez