CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

21 de enero de 2025

DESTIERRO



Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con la tierra.

No, no estábamos solos.
Sabíamos el linaje de cada uno
y los nombres de todos.
Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas
de la ceiba se encuentran en el tronco.

No era como ahora
que parecemos aventadas nubes
o dispersadas hojas.
Estábamos entonces cerca, apretados, juntos.
No era como ahora.


Rosario Castellanos

SE HA MUERTO LA TINIEBLA EN MIS PUPILAS






Se ha muerto la tiniebla en mis pupilas,
desde que hallé tu corazón
en la ventana de mi rostro enfermo.

¡Oh pájaro de amor,
que trinas hondo, como un clarín total y solitario,
en la voz de mi pecho!
No hay abandono...
ni habrá miedo jamás en mi sonrisa.

¡Oh pájaro de amor,
que vas nadando cielo en mi tristeza...!
Más allá de tus ojos
mis crepúsculos sueñan con bañarse en tus luces...

¿Es azul el misterio?

Asomada en mí misma contemplando mi rescate,
que me vuelve a la vida en tu destello.


Julia de Burgos

20 de enero de 2025

NARCISO 70



Cuando abro los periódicos
(perdón por la inmodestia, pero a veces
un poco de verdad
es más alimenticia y confortante
que un par de huevos a la mexicana)
es para leer mi nombre escrito en ellos.

Mi nombre, que no abrevio por ninguna razón,
es, a pesar de todo, tan pequeño
como una anguila huidiza y se me pierde
entre las líneas ágata que si hablaban de mí
no recurrían más que al adjetivo neutro
tras el que se ocultaba mi persona, mi libro,
mi última conferencia.

¡Bah! ¡Qué importaba! ¡Estaba ahí! ¡Existía!
Real, patente ante mis propios ojos.

Pero cuando no estaba... Bueno, en fin,
hay que ensayar la muerte puesto que se es mortal.

Y cuando era una errata...


Rosario Castellanos

COLOQUIO SIDERAL





¡Te adoré tanto anoche!
-Me adoraste en ausencia.

-¡Te besé tanto anoche!
-Me besaste en ausencia.

-¡Te miré tanto anoche !
-Me miraste en ausencia.

-¡Te adoré
sin pensarte en la forma.
Te besé
sin sentirme en tu rostro.
Te miré
sin mirada y sin sol.

-¿Y eso es posible, amada?
-Pregúntalo a la nube
que cruzó por mi sueño y se posó en tu alma.

-¿Qué se posó en mi alma?
-Cargada por la brisa, con la última nota
de mi vida en canción...

-Y la brisa ¿qué hizo
al sentirte en sus prados?
-Con los ojos turbados
presenció mi invasión...

-¿Y no quiso besarte?
-Sus labios no alcanzaron
mi corazón en flor.
Hubo de ver mi rostro
en sonrisa de agua,
contigo en la emoción...

-¿Y así llegaste, amada?
-Así miré tu alma,
te besé en la sonrisa,
y adoré tu ilusión.


Julia de Burgos

19 de enero de 2025

ELEGIA




Nunca, como a tu lado, fui de piedra.

Y yo que me soñaba nube, agua,
aire sobre la hoja,
fuego de mil cambiantes llamaradas,
sólo supe yacer,
pesar, que es lo que sabe hacer la piedra
alrededor del cuello del ahogado.


Rosario Castellanos

AGUA, VIDA Y TIERRA





Yo fui estallido fuerte de la selva y el río,
y voz entre dos ecos, me levanté en las cuestas.
De un lado me estiraban las manos de las aguas,
y del otro, prendíanme sus raíces las sierras.

Cuando mi río subía su caricia silvestre
en aventuras locas con el rocío y la niebla,
con el mismo amor loco que impulsaba mi sueño,
lejos de sorprenderlo, me hospedaba en las sierras.

Pero si alguna sombra le bajaba a los ojos,
me repetía en sus aguas hasta dar en la arena,
y era mi grito nuevo como un tajo en el monte
que anegaba las calles y golpeaba las puertas.

A veces la montaña se me vestía de flores
e iniciaba en mi talle curvas de primavera.

Quién sabe en qué mañana se apretaron mis años
sobre senos y muslos y caderas de piedra!

Se treparon mis ojos al rostro de los árboles
y fueron mariposas sus vivas compañeras:
así es como en los prados voy buscando las flores,
y alas pido en las almas que a mi vida se acercan.

Mis dedos arañaron la fuerza de los riscos,
y juraron ser índices de mis futuras vueltas;

por eso entre los cuerpos doblados de los hombres,
como puntales puros de orientación se elevan.

Yo fui estallido fuerte de la sierra y el río,
y crecí amando el río e imitando la sierra...

Una mañana el aire me sorprendió en el llano:
ya mi raíz salvaje se soltaba las riendas!
Pálidas ceremonias saludaron mi vida,
y una fila de voces reclamaron la prenda...

Mis labios continuaron el rumor de las fuentes
donde entrañé mis años y abastecí las venas.
De ahí mi voz de ahora, blanca sobre el lenguaje,
se tiende por el mundo como la dio la tierra!


Julia de Burgos

18 de enero de 2025

MEDITACION EN EL UMBRAL





No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.

Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.

Otro modo de ser humano y libre.

Otro modo de ser.


Rosario Castellanos

VOCES PARA UNA NOTA SIN PAZ





Para Julia de Burgos por Julia de Burgos



Será presente en ti tu manantial.
Estarás en las ramas del universo entero.
Déjame que te cante como cuando eras mía
en la llovizna fresca del primer aguacero.

Tu mano en semi-luna, en semi-sol y en todo
se refugiaba núbil, sobre la mano mía.
Porque yo te cuidaba, hermanita silvestre
y sabes que lloraba en tus claras mejillas.

Será presente en ti tu manantial sin sombras.
Estarás en las ramas del universo entero.
Pero ¿dónde dejaste tu paz? « En cada herida»
me contestan tus ojos anegados por dentro.

Déjame que te cante como cuando eras mía,
hermanita silvestre, como cuando trepamos
el astro que salía a dormir soledades
entre nuestras pupilas destiladas de amor.

Déjame que te cante como cuando eras mía,
y era paz el silencio de mi profunda ola,
y era paz la distancia de tu nombre y mi nombre
y era paz el sollozo de la muerte que espera.

Será presente en ti tu manantial sin sombras.
Estarás en las ramas del universo mío
y todas las estrellas se bajarán cantando
la canción del espacio refugiada en un río.


Julia de Burgos

17 de enero de 2025

ESTOY AQUI, SENTADA, CON TODAS MIS PALABRAS





Estoy aquí, sentada, con todas mis palabras
como con una cesta de fruta verde, intactas.

Los fragmentos
de mil dioses antiguos derribados
se buscan por mi sangre, se aprisionan, queriendo
recomponer su estatua.
De las bocas destruidas
quiere subir hasta mi boca un canto,
un olor de resinas quemadas, algún gesto
de misteriosa roca trabajada.
Pero soy el olvido, la traición,
el caracol que no guardó del mar
ni el eco de la más pequeña ola.
Y no miro los templos sumergidos;
sólo miro los árboles que encima de las ruinas
mueven su vasta sombra, muerden con dientes ácidos
el viento cuando pasa.
Y los signos se cierran bajo mis ojos como
la flor bajo los dedos torpísimos de un ciego.
Pero yo sé: detrás
de mi cuerpo otro cuerpo se agazapa,
y alrededor de mí muchas respiraciones
cruzan furtivamente
como los animales nocturnos en la selva.
Yo sé, en algún lugar,
lo mismo
que en el desierto cactus,
un constelado corazón de espinas
está aguardando un hombre como el cactus la lluvia.
Pero yo no conozco más que ciertas palabras
en el idioma o lápida
bajo el que sepultaron vivo a mi antepasado.


Rosario Castellanos

POEMA PERDIDO EN POCOS VERSOS






¡Y si dijeran que soy como devastado crepúsculo
donde ya las tristezas se durmieron!
Sencillo espejo donde recojo el mundo.
Donde enternezco soledades con mi mano feliz.

Han llegado mis puertos idos tras de los barcos
como queriendo huir de su nostalgia.
Han vuelto a mi destello las lunas apagadas
que dejé con mi nombre vociferando duelos
hasta que fueran mías todas las sombras mudas.

Han vuelto mis pupilas amarradas al sol de su amor alba.
¡Oh amor entretenido en astros y palomas,
cómo el rocío feliz cruzas mi alma!
¡Feliz! ¡Feliz! ¡Feliz!
Agigantada en cósmicas gravitaciones ágiles,
sin reflexión ni nada.


Julia de Burgos