La miel guardé y se me agrió la miel:
Mariposa con sed junto a mis rosas...
Guardé la luz y se extinguió en lo obscuro:
Noche la de tu amor... ¡Y sin auroras...!
Guarde el beso... y el beso se hizo estrella,
dulzura muerta, claridad remota
y fría... Tú en la tierra; yo en la tierra...
la tierra dura que se pega... Ahora
guardo la estrella y me pregunto a veces
qué nueva frialdad será en la hora
de mañana, qué sal aun no probada,
¡qué sombra todavía entre mi sombra!...
Dulce Maria Loynaz