CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

7 de enero de 2019

DESCRIPCIÓN DE LA CASA Y JARDÍN DE DIANA




Un campo fértil, verde, umbroso y llano,
de varias florezicas matizado
está en Toledo, do Lusardo ufano
alberga y apacienta su ganado.
De cedro, mirto, y lauro muy galano
está todo este campo rodeado.
Y aquí ninguna pena no se siente
que al corazón humano le atormente.


Allí, los olmos van creciendo tanto
de las panpíneas vides rodeados
que si los ojos a mirar levanto,
según de especular vienen cansados,
parece que se cubren de quebranto
y no se atreven más a ser alzados.
Allí, el alto, sublime cedro y pino
al cielo se nos muestra ser vecino.


Allí, con su sonora y dulce lira
se muestra el rojo Apolo muy suave,
que con ella mitiga toda ira
y su vuelo detiene cualquier ave;
aquí el Favonio y Zéfiro respira,
-que ruido ni espanto aquí no cabe-
a cuyo son se amansan los leones
de fuertes y invencibles corazones.


La idra horrenda, de gargantas llena,
y las fieras serpientes van dejando
contra los animales su cadena,
sus espantosos silbos mitigando;
por la tíbula roja y blanca arena
unas con otras andan retozando.
Y la caucásea tigre peregrina
en este campo está mansa y benigna.


Si los ganchosos ciervos van heridos
de las nimphas con yerba ballestera,
no se quejan ni van dando gemidos;
mas párense en mitad de la carrera
puniendo al son atentos los oídos
de la voz que da vida a quien la espera.
Y las ligeras liebres más que vientos
se paran a escuchar tales acentos.


La halda deste campo ciñe un valle
fértil oprimo en yerbas abundoso,
que pone grave espanto si a mirarle
se despliegan los ojos sin reposo.
Si aquí pudiera al vivo dibujarle
con su inmortal laurel y cedro umbroso,
creyera ser de Apeles propria mano
o de Zeus la diestra de Silvano.


Agora aquel pintor del ancho suelo
nos adorne de rosas, yerbas, flores;
agora se nos muestre turbio el cielo
o azules rubicundas sus colores;
agora venga manso con buen celo
el mudable dudoso dios de amores;
agora sea el invierno o el estío,
agora haga calor o crudo frío,


agora el importuno Canero airado,
agora Piscis reine, agora Toro,
o Júpiter alegre y esforzado,
o Saturno melarchia con lloro,
agora el mundo esté en próspero estado
o en adverso se pierda su tesoro;
siempre está en este valle una frescura
con quieta y templada hermosura.


El suelo está esmaltado de hierbecillas,
de nuezga enrredadora y mirabeles
que hacen por allí dos mil sendillas
formando mil cavarias y doseles.
En cuyo valle hacen maravillas
los semicapros faunos y donceles.
Juegan allí los sátiros y silvanos
en su casa y amores siempre ufanos.


Allí, la opaca vid enlaza y ciñe
las verdes cañas, cuya compostura
nos fuerza, causa espanto, y nos constriñe
a que digamos ser tal hermosura
de aquélla que las cosas pinta y tiñe.
Hecho con propria mano de Natura
para su albergue y lecho deleitoso
derivando de aquí lo más hermoso.


Un vítreo arroyo claro y cristalino
del Tajo dulce sale cual fontana,
y aqueste riega el néctar tan divino 
que bebe el sacro choro de Diana.
Es raro este licor y peregrino
de la gente mortal bruta y humana,
que quien de casto amor no es coronado
no gustará el licor claro y sagrado.


Por do la grama está dura y ruidosa,
pasa tan leve y blanda su corriente
que ni saben si es yerba u otra cosa
el agua que derrama aquella fuente.
Si por dicha la yerba tan hermosa
pisar quiere algún sabio, a el más prudente
-pensando yerba ser sin ser sentida-
los pies le mojará el agua escondida.


Allí, la muy castíssima Diana
colgaba con sus nimphas mil trofeos.
Allí, va publicando la mañana
con rubios arreboles sus deseos.
La Iris rubicunda verde ufana
de triplise color haze himeneos
cuando por mensajera de su diosa
nos viene a publicar alguna cosa.



Hurtado de Toledo