Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal,
nadie mira la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas
la alfombra que no existe.
Y cuando asomas suenan
todos los ríos en mi cuerpo,
sacuden el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y yo,
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.
Pablo Neruda