No he buscado poder ni mental,
mas viví en una marcha nupcial...
Me parece que por amar tanto
voy bebiendo una copa de espanto.
Claroscuro de noche y de día;
corazón y cabeza y hombría,
los tres nudos que tiene mi ser
a la buena y la mala mujer.
En mi pecho feliz no hubo cosa
de cristal, terracota o madera,
que abrazada por mí, no tuviera
movimientos humanos de esposa.
¡Desdichado el que en la hora lunar
en su lecho no huele a azahar!
Desposémonos con la sencilla
avestruz, con la liebre y la ardilla...
Ramón López Velarde
mas viví en una marcha nupcial...
Me parece que por amar tanto
voy bebiendo una copa de espanto.
Claroscuro de noche y de día;
corazón y cabeza y hombría,
los tres nudos que tiene mi ser
a la buena y la mala mujer.
En mi pecho feliz no hubo cosa
de cristal, terracota o madera,
que abrazada por mí, no tuviera
movimientos humanos de esposa.
¡Desdichado el que en la hora lunar
en su lecho no huele a azahar!
Desposémonos con la sencilla
avestruz, con la liebre y la ardilla...
Ramón López Velarde