Ay no quieres,
te asusta
la pobreza,
no quieres ir
con zapatos rotos al mercado
y volver con el viejo vestido.
Amor, no amamos,
como quieren los ricos,
la miseria.
Nosotros la extirparemos
como diente maligno
que hasta ahora ha mordido
el corazón del hombre.
Pero no quiero
que la temas.
Si llega por mi culpa
a tu morada,
si la pobreza expulsa
tus zapatos dorados,
que no expulse tu risa
que es el pan de mi vida.
Si no puedes
pagar el alquiler
sal al trabajo
con paso orgulloso,
y piensa, amor,
que yo te estoy mirando
y somos juntos la mayor riqueza
que jamás se reunió sobre la tierra.
Pablo Neruda