CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

31 de julio de 2013

SOBRE AQUELLAS PALABRAS



Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su Criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi amado.

Santa Teresa de Jesus

24 de julio de 2013

LAETITIA




Con tu sonrisa embelleces
Y haces tus quince lucir;
Te lo habrán dicho mil veces:
Blanco pimpollo pareces
Que comienza a entreabrir.

Sobre tu seno palpitan
No sé qué lumbres dudosas;
Cuando tus formas se agitan,
A respirarlas incitan
Como un manojo de rosas.

En tu infantil hermosura,
Llena de vivos sonrojos,
Hay tal hechizo y frescura,
Que hasta la luz es más pura
En el cristal de tus ojos.

Cuando caminas, tu traje
hace susurro de espumas;
Y, por rendirte homenaje,
De tu sombrero en las plumas
Canta la brisa salvaje.

Los que te miran pasar
Con esa audacia triunfante
Y esa sonrisa sin par,
Juran, al ver tu semblante,
Que tú no sabes llorar.

Juran verdad. ¡Pues mejor!
¡Fuera pesares y engaños,
Y no contraiga el dolor
Esos dos labios en flor
Donde sonríen quince años!

Rafael Olbigado

17 de julio de 2013

CANTORES QUE REFLEXIONAN








En la prisión de la ansiedad
medita un astro en alta voz,
gime y se agita como león
como queriéndose escapar.

¿De dónde viene su corcel
con ese brillo abrumador?
Parece falso el arrebol
que se desprende de su ser.

Viene del reino de Satán,
toda su sangre respondió,
quemas el árbol del amor,
dejas cenizas al pasar.

Va prisionero del placer
y siervo de la vanidad,
busca la luz de la verdad,
mas la mentira está a sus pies.

Gloria le tiende terca red
y le aprisiona el corazón,
en los silencios de tu voz
que se va ahogando sin querer.

La candileja artificial
te ha encandilado la razón,
dale tu mano, amigo sol,
en su tremenda oscuridad.

Qué es lo que canta, digo yo,
no lo consigue responder,
vana es la abeja sin su miel,
vana la hoz sin segador.

¿Es el dinero alguna luz
para los ojos que no ven?
Treinta denarios y una cruz
responde el eco de Israel.

¿De dónde viene tu mentir
y adónde empieza tu verdad?
Parece broma tu mirar,
llanto parece tu reír.

Y su conciencia dijo al fin
cántele al hombre en su dolor,
en su miseria y su sudor
y en su motivo de existir.

Cuando del fondo de su ser
entendimiento así le habló
un vino nuevo le endulzó
las amarguras de su hiel.

Hoy es su canto un azadón
que le abre surcos al vivir,
a la justicia en su raíz
y a los raudales de su voz.

En su divina comprensión
luces brotaban del cantor.

Violeta Parra

10 de julio de 2013

CARIDAD








Pasó la tempestad.. . ¡Emprende el vuelo
como el ave del área,
espíritu de amor y de consuelo!
Que ya el iris de paz su franja enarca,
se alegra el firmamento
y se adormece el mar y calla el viento.

De nuevo olivo la celeste rama
en horrorosa angustia
desventurada multitud reclama:
los seres ¡ay! que con el alma mustia
contemplan entre asombros
deshechos sus hogares en escombros.

Llega trayendo con amante giro
en voz conmovedora,
en la rítmica nota del suspiro,
un eco de esperanza bienhechora.
de caridad sublime
que la fe aliente y el valor reanime.

Recorre de Quisqueya las hermosas
comarcas florecientes:
escenas de amargura, lastimosas,
los ojos miran al girar dolientes,
¡y yermas, desoladas,
las campiñas del sur infortunadas!...

Sopló sobre ellas en momento aciago,
con ímpetu sin nombre,
la pavura sembrando y el estrago,
conturbando el espíritu del hombre,
indómito, furente,
el huracán del trópico rugiente...

¿No ves sobre la playa los despojos
del contrastado leño
que atestiguan del ponto los enojos?
Allá los restos del hogar sin dueño
despedazados mira
publicando el furor del viento en ira.

Y los campos también ayer cubiertos
de mieses productoras
desnudos ¡ay! aparecer desierto:
¡se encresparon las aguas, bramadoras,
y el desbordado río
sorbió feroz el bienhechor plantío!...

Todo ceder al general trastorno
en rápidos instantes
de esa bella región miróse en torno,
y haciendas pingües y riquezas de antes,
y generosas vidas,
del estrago en la ruina confundidas.

Llega buscando el óbolo bendito,
la cariñosa ofrenda
que atesora de bien precio infinito;
y así llevando la valiosa prenda,
volemos en ayuda
del desvalido, el huérfano, la viuda.

Escucha la plegaria que levantan;
en numeroso coro
ya las manos se extienden, se adelantan
a enjugar de sus párpados el lloro
a preparar abrigo
al que sin techo se encontró mendigo.

Y a más allá de do la vista alcanza,
del viento y de la nube,
¡oh, santa caridad! en tu alabanza
eco de gratitud al cielo sube,
y ufanos te bendicen
seres que al mundo tu excelencia dicen.

Salome Ureña de Henriquez

3 de julio de 2013

QUE SERA LO QUE ESPERO?




Tus otoños me arrullan
en coro de quimeras obstinadas;
vas en mí cual la venda va en la herida;
en bienestar de placidez me embriagas;
la luna lugareña va en tus ojos
¡oh blanda que eres entre todas blanda!
y no sé todavía
qué esperarán de ti mis esperanzas.

Si vas dentro de mí, como una inerme
doncella por la zona devastada
en que ruge el pecado, y si las fieras
atónitas se echan cuando pasas;
si has sido menos que una melodía
suspirante, que flota sobre el ánima,
y más que una pía salutación;
si de tu pecho asciende una fragancia
de limón, cabalmente refrescante
e inicialmente ácida;
si mi voto es que vivas dentro de una
virginidad perenne aromática,
vuélvese un hondo enigma
lo que de ti persigue mi esperanza.

¿Qué me está reservado
de tu persona etérea? ¿Qué es la arcana
promesa de tus ser? Quizá el suspiro
de tu propio existir; quizá la vaga
anunciación penosa de tu rostro;
la cadencia balsámica
que eres tú misma, incienso y voz de armonio
en la tarde llovida y encalmada...

De toda ti me viene
la melodiosa dádiva
que me brindó la escuela
parroquial, en una hora ya lejana,
en que unas voces núbiles
y lentas ensayaban,
en un solfeo cristalino y simple,
una lección de Eslava.

Y de ti y de la escuela
pido el cristal, pido las notas llanas,
para invocarte ¡oscura
y rabiosa esperanza!
con una a colmada de presentes,
con una a impregnada
del licor de un banquete espiritual:
cara mansa, ala diáfana, alma blanda,
fragancia casta y ácida!

Ramon Lopez Velarde