CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

29 de diciembre de 2012

HUMILDE MAYO





Mayo trajo la flor, la milagrosa
palabra vegetal que arrulla el viento.
Mayo pobló su propio firmamento
con la sola presencia de una rosa.

Yo la miré ascender tan jubilosa
a su pequeño, débil monumento,
que fue como si viera el nacimiento
de una terrestre aurora luminosa.

Era su viva lumbre madrugada
una encendida hoguera encarcelada
en el cielo cerrado de su esfera.

Única roja rosa amanecida.
Rosa de una estación empobrecida.
¡Sólo con ella fue la primavera!

Franklin Mieses Burgos

25 de diciembre de 2012

LA ORACION DE LAS ROSAS






¡Ave rosas, estrellas solemnes!
Rosas, rosas, joyas vivas de infinito;
bocas, senos y almas vagas perfumadas;
llantos, ¡besos!, granos, polen de la luna;
dulces lotos de las almas estancadas;
¡ave rosas, estrellas solemnes!



Amigas de poetas 
y de mi corazón,
¡ave rosas, estrellas 
de luminosa Sión! 

Panidas, sí, Panidas;
el trágico Rubén
así llamó en sus versos
al lánguido Verlaine,
que era rosa sangrienta
y amarilla a la vez.

Dejad que así os llame,
Panidas, sí, Panidas, 
esencias de un Edén, 
de labios danzarines, 
de senos de mujer.

Vosotras junto al mármol
la sangre sois de él, 
pero si fueseis olores 
del vergel 
en que los faunos moran,
tenéis en vuestro ser 
una esencia divina:

María de Nazaret, 
que esconde en vuestros pechos
blancura de su miel;
flor única y divina, 
flor de Dios y Luzbel.



Flor eterna. Conjuro al suspiro. 
Flor grandiosa, divina, enervante,
flor de fauno y de virgen cristiana, 
flor de Venus furiosa y tonante,
flor mariana celeste y sedante, 
flor que es vida y azul fontana 
del amor juvenil y arrogante
que en su cáliz sus ansias aclara.



¡Qué sería la vida sin rosas!
Una senda sin ritmo ni sangre, 
un abismo sin noche ni día.
Ellas prestan al alma sus alas, 
que sin ellas el alma moría,
sin estrellas, sin fe, sin las claras
ilusiones que el alma quería.



Ellas son refugio de muchos corazones 
ellas son estrellas que sienten el amor, 
ellas son silencios que lentos escaparon 
del eterno poeta nocturno y soñador, 
y con aire y con cielo y con luz se formaron,
por eso todas ellas al nacer imitaron 
el color y la forma de nuestro corazón.

Ellas son las mujeres entre todas las flores,
tibios sancta sanctorum de la eterna poesía, 
neáporis grandiosas de todo pensamiento, 
copones de perfume que azul se bebe el viento,
cromáticos enjambres, perlas del sentimiento, 
adornos de las liras, poetas sin acento.

Amantes olorosas de dulces ruiseñores.
Madres de todo lo bello,
sois eternas, magníficas, tristes 
como tardes calladas de octubre, 
que al morir, melancólicas, vagas, 
una noche de otoño las cubre, 
porque al ser como sois la poesía 
estáis llenas de otoño, de tardes, 
de pesares, de melancolía, 
de tristezas, de amores fatales,
de crepúsculo gris de agonía,
que sois tristes, al ser la poesía 
que es un agua de vuestros rosales.

Santas rosas divinas y varias,
esperanzas, anhelos, pasión,
deposito en vosotras, amigas;
dadme un cáliz vacío, ya muerto, 
que en su fondo, mustiado y desierto, 
volcaré mi fatal corazón.

¡Ave rosas, estrellas solemnes!
Llenas rosas de gracia y amor, 
todo el cielo y la tierra son vuestros 
y benditos serán los maestros 
que proclamen la voz de tu flor.

Y bendito será el bello fruto 
de tu bello evangelio solemne, 
y bendito tu aroma perenne, 
y bendito tu pálido albor.

Solitarias, divinas y graves, 
sollozad, pues sois flores de amor,
sollozad por los niños que os cortan, 
sollozad por ser alma y ser flor, 
sollozad por los malos poetas 
que no os pueden cantar con dolor,
sollozad por la luna que os ama, 
sollozad por tanto corazón
como en sombra os escucha callado,
y también sollozad por mi amor.

¡Ay!, incensarios carnales del alma,
chopinescas romanzas de olor,
sollozad por mis besos ocultos 
que mi boca a vosotras os dio.

Sollozad por la niebla de tumba 
donde sangra mi gran corazón, 
y en mi hora de estrella apagada,
que mis ojos se cierren al sol, 
sed mi blanco y severo sudario,
chopinescas romanzas de olor.

Ocultadme en un valle tranquilo,
y esperando mi resurrección, 
id sorbiendo con vuestras raíces 
la amargura de mi corazón.



Rosas, rosas divinas y bellas,
sollozad, pues sois flores de amor.


Federico Garcia Lorca

21 de diciembre de 2012

ME DUELES





Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.
Entre los escombros de mi alma búscame,
escúchame.

En algún sitio mi voz, sobreviviente, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.
Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad tu rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.

Levántame. De entre tus pies Levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.

Jaime Sabines

17 de diciembre de 2012

LOS CONJUROS





A Enrique Rebolledo


Los temerosos de los brujos vecinos
lanzan puñados de sal al fuego
cuando pasan las aves agoreras.
Mis amigos buscadores de entierros
en sueños hallan monedas de oro.
Los despierta el jinete del rayo
cayendo hecho llamas entre ellos.

Medianoche de San Juan. Las higueras
se visten para la fiesta.
Eco de gemidos de animales
hundidos hace milenios en los pantanos.
Los chimalenes reúnen las ovejas
que huyeron del corral.
Aúllan los perros en casa del avaro
que quiere pactar con el Diablo.

Ya no reconozco mi casa.
En ella caen luces de estrellas en ruinas
Como puñados de tierra en una fosa.
Mi amiga vela frente a un espejo:
espera allí la llegada del desconocido
anunciado por las sombras más largas del año.

Al alba, anidan lechuzas en las higueras de luto.
En los rescoldos amanecen huellas de manos de brujos.
Despierto teniendo en mis manos hierbas y tierra
de un lugar donde nunca estuve.

Jorge Teillier

13 de diciembre de 2012

EL SURTIDOR






¡Tus hermosos ojos están fatigados, pobre amante!
Quédate mucho tiempo, sin volverlos a abrir,
En esa postura indolente
En que te sorprendió el placer.
En el patio el surtidor que brota
Y no se calla ni de noche ni de día,
Entretiene dulcemente el éxtasis
En que, en esta tarde me sumió el amor.

El haz desparramado
En mil flores,
Donde Febo gozoso
Pone sus colores,
Cae cual una lluvia
De prolongadas lágrimas.

Así tu alma que enciende
El ardiente rayo de las voluptuosidades
Se arroja, rápida y atrevida,
Hacia la amplitud de los cielos encantados.
Luego, ella se derrama moribunda,
En una oleada de triste languidez,
Que por una invisible pendiente
Desciende hasta el fondo de mi corazón.

El haz desparramado
En mil flores,
Donde Febo gozoso
Pone sus colores,
Cae cual una lluvia
De prolongadas lágrimas.

¡Oh tú a quien la noche torna tan bella,
Qué dulce me es, inclinando sobre tus senos,
Escuchar la queja eterna
Que solloza en las fuentes!
Luna, agua sonora, noche bendita,
Árboles que tembláis alrededor,
Vuestra pura melancolía
Es el espejo de mi amor.


El haz desparramado
En mil flores,
Donde Febo gozoso
Pone sus colores
Cae como una lluvia
De prolongadas lágrimas.

Charles Baudelaire

9 de diciembre de 2012

CYRINA






(POEMAS GEMELOS A UNA NIÑA MUERTA)


I

La muerte la dobló sobre las rosas.
Una lumbre de luna mitigada en la niebla
cayó toda la noche sobre el túmulo
de rosas ahuecado para la niña muerta.

El pelo suelto y húmedo
del último sudor, la cabellera
que nadie peinaba ya más nunca,
caía con las flores y las hojas revuelta...

En los ojos abiertos y asombrados
se le cuajaban dos estrellas negras.


II

Por la ventana abierta entraba el sol
y el olor de los campos sobre la niña muerta.
La caja tapizada parecía
un estuche de esencia.

Allá dentro la masa de cabellos
aplastaba las margaritas frescas.

Murió de madrugada y era dulce
como todas las niñas...

El olor del campo
se mezclaba al de la cera
derretida; sobre el cristal zumbaba
obstinada una abeja...

En los ojos abiertos bajo el vidrio
le cabía la Muerte... ¡Toda entera!...

Dulce Maria Loynaz

5 de diciembre de 2012

DESPEDIDA





Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...

Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.


Jorge Luis Borges

1 de diciembre de 2012

OCASO





Asómate al balcón; cesa en tus bromas,
y la tristeza de la tarde siente.
El sol, al expirar en Occidente,
de rojo tiñe las vecinas lomas.

El jardín nos regala sus aromas;
mece el aire las hojas suavemente,
y en las blancas espumas del torrente
remojan su plumaje las palomas.

Al ver con qué tristeza en la llanura
amortigua la luz su refulgencia,
mi corazón se llena de amargura...

¡Quizá el amor que en vuestros pechos arde,
apagarse veremos en la ausencia,
como ese sol en brazos de la tarde!...

Francisco Villaespesa